El invitado de honor en la cena de Navidad.

Amigos, faltan pocos días para la Navidad. ¿Saben qué se festeja? ¿Están conscientes que ese día, los católicos, celebramos el nacimiento de Jesús el Salvador del mundo? Seguramente tienes la costumbre de celebrar su nacimiento con una cena en familia. Excelente. A Jesús le agrada que te acuerdes de él y los bendice a ti y a tu familia.

Pero, ¿lo has invitado alguna vez a tu mesa para festejar su cumpleaños?, ¿No crees que sería lo más lógico que el festejado esté junto a ti y tu familia compartiendo la cena en su honor? Imagina el enorme gusto que tendrías si algún Rey, el más influyente de la Tierra, o el Presidente más poderoso del mundo, o el más rico Jeque árabe, aceptaran sentarse a tu mesa. ¡¡No cabrías de felicidad y te sentirías muy contento por su presencia!!…y hasta aprovecharías para pedirles algún favorcillo 😉 , digo ya que son tan poderosos, influyentes y ricos, no creo que te lo negaran.

Pues Jesús es mucho más poderoso, influyente y rico que todos los reyes, presidentes y Jeques del mundo. Y a diferencia de aquellos, que por sus múltiples ocupaciones seguramente no aceptarían tu invitación… ¡¡Él SI ACEPTARÍA CON GUSTO SENTARSE A TU MESA PARA FESTEJAR SU CUMPLEAÑOS!!

Ya sentado a tu mesa y en confianza de amigos le puedes pedir lo que quieras, o ¿acaso dudas que, sentado junto a ti, no te conceda lo que de corazón le pidas? Inténtalo esta Navidad e invitalo, recíbelo leyendo algún versículo del Evangelio alusivo a su nacimiento, dale el lugar de honor de la mesa y comparte tu cena con Él; sirve en su plato lo mismo que van a cenar y cuando ustedes hayan consumido la mitad del platillo en turno, compartan entre ustedes, por partes iguales, lo que a Él le hayan servido y así con todo lo que tengas preparado para cenar esa noche, incluido el vino del brindis, si lo acostumbras.

Al terminar, agradece su presencia y todos los favores que seguramente te concederá. No seas muy formal, compórtate como en presencia de un amigo. A veces mucha formalidad ahuyenta la fe. Eso si, debes creer con todo tu corazón, cuerpo y mente que Él está con ustedes.

Te aseguro una Navidad maravillosa compartiendo la felicidad de tu cena con el Rey de Reyes…

Articulo con fin de entretenimiento y lectura

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