Me casé a los 25 años, y como en la mayoría de las veces, el principio fue difícil, empezar una nueva vida lejos de mi gente y de mi país, lo económico era muy escaso.
Algunos años pasaron, y la vida económica mejorando, todo iba marchando bien, nacieron dos hijos, mi esposo ya era jefe de área.
A los 14 años de casada, mi vida dio un giro, mi esposo decidió que necesitaba una mujer más joven ( y ya la tenía).
Mis hijos todavía eran muy chicos, esa mujer tenía la mitad de mi edad, y lo tenía embobado.
Mi mundo se vino abajo.
Al principio me dio mucho coraje, luego tristeza y por fin caí en una profunda depresión.
Su amante tenía el valor de burlase de mí, de mi edad, de lo mal que me veía, ( los seres humanos son muy crueles).
A él se le olvidó todo lo que pasamos juntos para conseguir lo poco económico, lo que batallamos para lograr lo que teníamos, a él solo le importaba su «felicidad».
El dolor de mi alma era insoportable, nadie debería pasar por algo así, pero muchas veces es inevitable, hay personas que solo piensan en su propio bien estar.
Pasaron los días, yo solo quería llorar y dormir.
Mis hijos veían mi dolor y sufrían en silencio.
Y así pasaron los meses, hasta que un día me miré en el espejo y no vi aquella mujer fuerte y soñadora que un día fui, vi una mujer demacrada y sin vida, un zombie, vi a mis hijos igual de tristes.
La vida de mi esposo seguía su rumbo sin nosotros, fiestas y viajes con su joven amante.
Así que yo no podía seguir triste, tirada en una cama por alguien que yá no me quería.
Entonces me levanté me bañé, busque ayuda profesional y espiritual para mí y para mis hijos, compré ropas nuevas, entre a estudiar un oficio, conocí gente nuevas y … Me enamoré de mi.
El tiempo pasó, mis hijos y yo nos levantamos.
Hoy trabajo en lo que estudie.
Después de encontrarme conmigo misma, todo cambio, soy feliz con lo que tengo y con lo que soy, volví a sonreír.
Hoy me miro en el espejo, yá no soy joven, pero me gusta lo que veo, tengo el sentido del humor, me gusta reír y salir con mis hijos.
Cuánto a mi ex… Nunca pudo reacer su vida, al parecer nunca encontró lo que buscaba.
Hoy llevo una buena relación con él, por mis hijos, por mi paz o por lo que sea que me permita vivir sin rencor.
La vida ni siempre es lo que soñamos, siempre habrá baches en el camino, ni siempre estarás de pié, pero es tú decisión si te quedas en el suelo lamentando tú suerte o se te reúnes fuerzas, te levantas y sigues caminando.
La vida es eso, siempre un nuevo comienzo .
( Disculpa los errores de ortografía, el español no es mi idioma 😊) gracias por leer
Lo leí por ahí
Desconozco el autor
Articulo con fin de lectura y entretenimiento.