Para los que hemos tenido lazos difíciles con nuestras madres.

No eres culpable madre.
Tan solo hiciste lo que pudiste
En tu lugar hubiera hecho lo mismo.
Nada pudo faltarme
Nada pudo sobrarme
En nada fallaste.

Te elegí, te convoqué, nos convocamos.
No sabía, no lo recordaba, por eso te culpé.
Te restauro, te devuelvo tu inocencia madre.
Está bien todo ahora. Ya no veo un cuerpo, veo espíritu unido al todo.
Te veo en la inocencia.

Se que diste todo de ti. Se que nuestra cita era para sanarnos. Para salvarnos.
No estoy aquí para hacer de ti un verdugo y aprisionarte, y aprisionarme.
Ya no Te culpes más por lo que parece que faltó.

No falta nada ahora. No lo había entendido. Estaba sumergida en un sueño muy profundo de miedo donde veía ataque. Ahora comprendo.

Todos mis reproches sólo tenían como propósito un pedido de amor. Gracias por atenderlo.
Recuerdo todo y se que no estuvo mal ni bien. Sólo era parte de un ardid tejido con miedo.
Qué tal si ahora madre dejamos que todo fluya entre las dos como debe ser? Cómo puede ser. Es una posibilidad. Solo hay que elegirla.

Qué tal si dejamos de hallar culpables y reconocemos oportunidades?

Vamos madre que si se puede y el tiempo es ahora. La vida es eterna así que no importa donde estés o en qué forma.

Te hablo a ti en la cercanía de los cuerpos, en la probable distancia física o aún cuando nos separen la ilusoria vida y muerte. No hay distancia en el espíritu. Nunca te fuiste y jamás lo harás. Siempre estás. Estamos aquí donde no hay forma.

Madre quiero agradecerte. Te ofrezco todo mi amor y con este el cielo, que si es posible aquí en la tierra y en todo tiempo.

Se que me amas, no importa la forma, sabes que te amo. No importa la forma. A veces quizás sólo pedidos de amor a veces dádivas, pero al fin amor entre las dos.

Ya no más reproches madre. Te doy el permiso de salir de la cárcel. Te libero. Caminemos juntas. Te tuve aprisionada en mi mente con tantas ideas sin resolver.

Y yo fui quien cuidó la cárcel. Así q ahora libres de toda atadura y todo miedo vamos por este se camino más amable, te invito, de la mano madre. Sonrientes. Sin miedo.

Gracias otra vez. Gracias. Somos inocentes. Quería que lo supieras. Quería que esto llegara a ti.
Respira y se feliz al fin. Seamos felices.
Todo está bien madre. Todo está bien.

Te ama. Tu hija eterna.

One Response

  1. Martha Morales Ruz mayo 3, 2021

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