Mantener un matrimonio a flote parecería más y más complicado cada vez. En Estados Unidos el 53% de los matrimonios terminan en divorcio, mientras el 41% de las parejas admite haber estado involucrados en al menos una infidelidad ya sea física o emocional.
«Los hombres no dejan a sus esposas», dice un artículo publicado en Today, en el que varias mujeres que tienen relaciones con hombres casados comentan cómo estos hombres, «nunca» dejan a sus mujeres. Aunque esto no se aplica en todos los casos, es muy común que los hombres no dejen a sus esposas por sus amantes, pero ¿por qué?
Estas son algunas de esas razones que nos dejan pensando a todas:
1. Puede ser él mismo
Te conoce desde siempre, y nadie lo conoce a él como es en realidad. Tú le das la oportunidad de ser auténtico, no hay nada que no hayas visto de él antes. Contigo él está cómodo, con ella debe ser perfecto o alguien que en realidad no es.
«¿Por qué dejaría a su esposa? Después de estar contigo puede regresar a casa a jugar con sus hijos y ser él mismo con su esposa», expresa David Wygant en Your Tango.
2. La mayoría de los hombres que son infieles están buscando unas «vacaciones» de su vida de casados
Sin ánimo de justificar esta acción en lo más mínimo, la infidelidad, es tomada por los infieles como algo sin mayores consecuencias, y como una simple vacación de las responsabilidades del matrimonio.
«Si tú tienes una buena relación con tu pareja, si todavía hay amor y afecto, si él o ella es un buen padre y forman parte de un buen grupo familiar, los infieles no están necesariamente buscando una ruptura cuando buscan un amante», dijo el CEO de Victoria Milán, Sigurd Verdal. «Sólo quieren añadir un poco de pasión y aventura a sus vidas».
Nuevamente recalco que no estamos justificando sus decisiones, sino tratando de explicar o tratando de entender sus «razones».
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3. El divorcio es muy doloroso
«¿Por qué se pondría él en ese lugar en el que tiene que decidir y elegir? Si puede tener ambas cosas. ¿Para qué sentir tanto dolor?», explica Wygant.
Al parecer la comodidad y el poder tener lo mejor de los dos mundos, es una de las razones más grandes para seguir con ambas relaciones.
4. Porque aún aman a sus esposas
Sí, parece imposible, pero no lo es. «Yo diría que sí. Algunos dirían que si un hombre realmente ama a su esposa, entonces sería imposible serle infiel. Por varias razones, no estoy de acuerdo», explica el Portal Madamenoire, como respuesta a la pregunta, «¿puede un hombre amar a su esposa y aún engañarla?»
Antes de cerrarte a la idea de que la infidelidad y el amor no pueden ir juntas, piensa en las veces que como hijos hemos defraudado a nuestros padres, o como padres a nuestros hijos, y nunca ha sido por falta de amor.
Mentirle a alguien a quien amas parece inconcebible e inaudito, pero sucede, y muchos hombres se han equivocado y han elegido lo incorrecto, pero están arrepentidos y aún aman a sus esposas.
5. Los hijos
En muchos casos los hombres se quedan con sus esposas por sus hijos, y por tratar de brindarles una «familia tradicional», al menos mientras su mente les permita verlo así.
La mayoría de los infieles viven en una realidad que no existe, en una realidad en la que su mal comportamiento está totalmente justificado. Justificaciones como «no estoy haciendo nada que mis amigos no le hagan a sus esposas», según lo expone Psychology Today, son algunas de las excusas mentales que usan.
Pero, ¿podemos hacer algo para evitar la infidelidad en nuestras relaciones?
En mi experiencia personal, creo que la comunicación HONESTA entre una pareja y el no enojarse por lo que escuchamos, es lo más primordial para su supervivencia.
Si reaccionamos con furia ante las cosas que no nos parecen o no nos gustan, la comunicación comenzará a coartarse y los secretos con mentiras comenzarán a formar parte de una realidad en la que la infelicidad es casi garantizada.
Siempre pienso en mi relación con mi mamá, aún hoy en día no hay nada que yo no le cuente a ella, desde lo más bueno, hasta las cosas que me avergüenzan con sólo pensarlas y que nunca se las he dicho a nadie. Siempre me pregunto cómo logró eso mi mamá conmigo y trato de hacer lo mismo con mis hijas. Y el secreto es que ella NUNCA se enojó conmigo, ni me gritó al escuchar mis confesiones. Ella me guió y me aconsejó, y yo estuve abierta a sus consejos por que ella siempre estaba abierta a escucharme sin juzgarme.
El matrimonio no está tan lejos de eso. Trata siempre de hacer que tu esposo sienta que puede costarte lo que sea por que tú no le vas a gritar y a juzgar, por que tú estás allí para ayudarlo a que sea feliz.
FUENTE: https://familias.com