Síndrome de Mamá Gallina.

Dime tu eres una mamá gallina?
Muchas veces el amor desmedido que les damos a los hijos les impide desarrollarse y saber en un futuro defenderse

¿Alguna vez te has preguntado qué es el Síndrome de la Mamá Gallina?, quizás lo has oído pero no tienes mayor información acerca del tema, lo cierto es que existen personas que padecen esta patología y en algunos casos lo desconocen.

¿Qué es una mama gallina?
Les llaman mamás gallinas, a las madres sobreprotectoras, que a fuerzas quieren estar cuidando de sus hijos incluso cuando estos ya son adultos y autosuficientes como para hacerlo por ellos mismos. Es normal que cualquier madre, sienta cierto grado de temor entorno a lo que pueda sucederle a su hijo, es más común si es un recién nacido, ya que la madre debe velar por su bienestar, la cuestión se torna más complicada si esta preocupación exagerada pasa los límites y afecta la vida del hijo, tenga la edad que tenga.

Asimismo, genera un inconveniente, no solo el miedo de que sufra el sujeto sino la forma en que lo refleja, puede ser agobiante. Se aplica el término «Mamá Gallina», porque literalmente la madre desea proteger a sus crías bajo sus alas, para asegurarse de que nada malo les pase.

El objetivo es no exponer a sus criaturas a situaciones que puedan dañarlos física o emocionalmente. Esto podría ser contraproducente para los hijos, quienes al vivir bajo las alas de su madre, en una burbuja no puedan ver la vida real tal y como es, convirtiéndose en seres frágiles y desvalidos.

Un amor tóxico
El temor de las madres es transmitido a los hijos, éstas a través de una advertencia mínima pueden infundir un miedo irrisorio. Tienden a controlarlo todo, cada paso y cada acción que dan sus hijos, dejándolos casi sin la posibilidad de abrir sus propias alas, generando sensación de dependencia.

Esto a su vez, va creando a niños con personalidades distorsionadas, confusas que no tienen un objetivo claro en la vida más que seguir las reglas y advertencias demandadas por la madre. Está, también, el caso de los obedientes, que por temor a la madre, se mantienen al margen dentro de su zona de confort. Por otra parte, están aquellos que hacen de su vida un eterno desafío, intentando mostrar su independencia al mundo, pero principalmente a la mamá gallina. En estos dos casos las relaciones suelen romperse en algún punto y trasforma a los niños en adolescentes conflictivos.

Madres inseguras, hijos inseguros
Todos los niños temerosos a la larga se convertirán en adultos inseguros, con problemas para lograr desarrollarse y pisar firme, con muchos problemas para tomar y adquirir decisiones, pero sobre todo para enfrentar la vida tal cual es. Las madres creen que cuidando de ellos, asegurándose de que no cometan errores, no tengan fracasos y superen caídas están haciendo su labor como madres, pero lo cierto es que están convirtiendo a sus hijos en personas incapaces de sobreponerse por sí solos a situaciones cotidianas.

Cómo afecta a los hijos el síndrome de la mamá gallina
Es importante para la confianza de un niño, un joven y un adulto, aprender de sus errores y fracasos, saber que no siempre la vida será color de rosa, pero que sobre todas las cosas, el podrá superarlo. Es necesario, que la madre aprenda a canalizar su necesidad de proteger al niño y lo oriente, para que éste sea capaz de tomar riesgos, asumir una posición como individuo, decidir por sí solo, acoplarse a la vida cotidiana sin sentirse controlado ni mucho menos presionado.

Es propicio que la madre le permita al niño tener la libertad de crecer a su ritmo, que lo ayude a dar sus primeros pasos, pero que también le permita abrir sus alas para volar y no impedirle emprender su propio camino. Son necesarias madres que sepan discernir entre proteger y controlar.

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